Del Imperio Romano al Renacimiento
En la Roma antigua y durante la Edad Media, ocurrió un cambio significativo en la percepción del arte. Se comenzó a valorar principalmente la habilidad mental o manual, estableciendo una clara distinción entre las "artes liberales" (como la poesía) y las "artes vulgares" (como la artesanía, pintura y escultura).
Esta categorización creó una degradación valorativa que redujo el estatus de muchas formas artísticas que habían sido altamente respetadas en la Grecia antigua. Los romanos veían el arte más como un oficio que como una expresión divina, estableciendo jerarquías que perdurarían por siglos.
Durante el Renacimiento ocurrió una transformación radical: los atributos del dios cristiano como creador supremo comenzaron a atribuirse también a los artistas. Los pintores, escultores y poetas fueron elevados al estatus de seres semi-divinos, capaces de crear belleza a partir de su genio individual.
🎨 ¡Piénsalo! El Renacimiento marcó el momento en que los artistas pasaron de ser considerados simples artesanos a genios creativos, similar a cómo hoy idolatramos a músicos, cineastas y otros creadores.
Este período también vio el inicio de la división formal entre arte y artesanía, y las obras de arte adquirieron un importante valor mercantil, sentando las bases para el mercado del arte como lo conocemos hoy.