Indicaciones y Contraindicaciones de la Espirometría
La espirometría es una herramienta versátil que puede usarse tanto para diagnóstico como para monitoreo de condiciones respiratorias. Conocer cuándo realizarla y cuándo evitarla es fundamental para tu práctica clínica.
Como herramienta diagnóstica, la espirometría te permite evaluar síntomas respiratorios, medir el efecto de la disnea sobre la función pulmonar, evaluar riesgos de enfermedad pulmonar, valorar riesgos preoperatorios y determinar el estado de salud antes de iniciar programas de actividad física.
Para monitoreo, resulta útil al evaluar intervenciones terapéuticas, describir la evolución de enfermedades, supervisar a personas expuestas a agentes peligrosos y detectar efectos adversos de medicamentos con toxicidad pulmonar conocida.
Existen contraindicaciones relativas importantes a considerar: cirugías recientes (abdominales, torácicas, cesáreas, oculares, neurológicas o vasculares), derrame pleural (24 horas post toracocentesis), neumotórax (hasta 2 semanas después de su resolución), infarto al miocardio reciente y angina estable.
💡 Atención: Las contraindicaciones absolutas incluyen hipertensión arterial severa, por lo que siempre debes verificar la presión arterial de tus pacientes antes de realizar la prueba.