Lógica Proposicional y Conectores Lógicos
La lógica proposicional no se trata de decidir si algo es correcto o incorrecto, sino de determinar si un argumento es válido o inválido. Es como ser un detective del razonamiento.
Trabajás con variables proposicionales (p, q, r, s) que representan afirmaciones que pueden ser verdaderas o falsas. Los conectores lógicos son las herramientas que usás para combinar estas variables: la negación (¬) que invierte el valor, la conjunción (∧) que es como un "y", la disyunción (∨) que funciona como un "o", y el condicional (→) que expresa "si... entonces".
Las tablas de verdad te muestran todos los posibles resultados. Por ejemplo, una conjunción solo es verdadera cuando ambas partes son verdaderas, mientras que una disyunción es falsa solo cuando ambas partes son falsas.
Tip clave: Memorizá que el condicional solo es falso cuando la primera parte es verdadera y la segunda es falsa. ¡Es el único caso que "rompe" la promesa!
Silogismos y Estructura de Argumentos
Los silogismos son argumentos con estructura súper clara: premisa mayor, premisa menor y conclusión. Es como armar un rompecabezas lógico donde cada pieza tiene su lugar específico.
El ejemplo clásico es: "Todos los hombres son mortales" (premisa mayor), "Sócrates es un hombre" (premisa menor), entonces "Sócrates es mortal" (conclusión). Cada premisa aporta información que se conecta para llegar a una conclusión válida.
Con mamíferos y sangre caliente funciona igual: si todos los mamíferos son de sangre caliente y todos los humanos son mamíferos, entonces podés concluir que todos los humanos son de sangre caliente. La clave está en que las premisas se conecten correctamente.
Consejo: Identificá siempre las tres partes del silogismo. Si alguna falta o no se conecta bien, el argumento pierde validez.