Muestreo y Recolección de Datos
Una vez definido el diseño de investigación, necesitamos operacionalizar tanto el universo de estudio como las variables que mediremos. Esto implica hacer manejable la investigación en términos prácticos.
El muestreo es la técnica que permite estudiar solo una parte del universo (muestra) y generalizar los resultados al conjunto. Las muestras pueden ser:
- Probabilísticas: Cada elemento del universo tiene una probabilidad conocida de ser seleccionado.
- No probabilísticas: La selección depende de criterios del investigador.
Entre las técnicas de muestreo probabilístico encontramos:
- Muestreo al azar simple
- Muestreo al azar sistemático
- Muestreo por conglomerados
- Muestreo estratificado
¡Atención! El tamaño de la muestra debe calcularse de acuerdo al error muestral que estamos dispuestos a aceptar, no al revés.
Para la recolección de datos primarios, las técnicas fundamentales son:
La observación científica: Uso sistemático de los sentidos para captar la realidad estudiada. Puede ser:
- Observación simple: El investigador permanece ajeno a la situación que observa.
- Observación participante: El investigador se integra al grupo que estudia.
La entrevista: Interacción donde el investigador formula preguntas a personas capaces de aportar datos relevantes. Sus modalidades incluyen:
- Entrevistas no estructuradas (informales, focalizadas o por pautas)
- Entrevistas formalizadas (con cuestionario estructurado)
- Cuestionarios autoadministrados
La clave para una buena recolección de datos es seleccionar la técnica adecuada según el problema y diseño de investigación. Cada técnica tiene ventajas y limitaciones que debes considerar cuidadosamente.
Para datos secundarios, es fundamental acudir a fuentes confiables como bibliotecas, archivos y bases de datos, organizando la información mediante fichas bibliográficas, textuales, de contenido o mixtas. Internet facilita enormemente esta labor, permitiendo acceso a información actualizada de todo el mundo.