El Humor Gráfico: Un Lenguaje Universal
El humor gráfico tiene raíces ancestrales que se remontan a pinturas rupestres, jeroglíficos egipcios y sátiras romanas. Sin embargo, fue en la Edad Media cuando comenzó a desarrollarse como género propio, con caricaturas que criticaban aspectos sociales y políticos.
Durante el siglo XIX experimentó un auge gracias al desarrollo de la prensa. Artistas como James Gillray y Thomas Nast usaron sus caricaturas para satirizar a políticos, denunciar corrupción y promover reformas sociales. Ya en el siglo XX, el humor gráfico se consolidó como género artístico independiente con figuras como Honoré Daumier y Saul Steinberg.
Las principales características del humor gráfico son su uso central de la imagen (caricaturas, dibujos o fotografías), su brevedad textual que complementa lo visual, su carácter satírico que utiliza ironía y exageración, y su finalidad de provocar tanto risa como reflexión crítica.
¡Dato curioso! Aunque nos hace reír, el humor gráfico ha sido históricamente una de las herramientas más poderosas para cuestionar el poder establecido y hacer crítica social accesible a todos.