La Teoría del Amor: La Separación Humana
La experiencia de la separatidad es la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, ser incapaz de usar nuestros poderes humanos, sentirse desvalido ante el mundo. Este estado genera vergüenza y culpa, como lo ilustra el mito bíblico de Adán y Eva.
Al volverse conscientes de sí mismos y del otro, experimentaron su separación. Esta conciencia de estar separados —sin la reunión que proporciona el amor— es la fuente de la vergüenza y la culpa.
La necesidad más profunda del ser humano es, entonces, superar esta separatidad, escapar de la prisión de la soledad. El fracaso total en lograrlo conduce a la locura, pues el pánico del aislamiento solo puede vencerse retrayéndose completamente del mundo exterior.
Todas las culturas y épocas enfrentan este mismo problema esencial: cómo superar la separatidad y lograr la unión. Las respuestas varían (rituales, sacrificios, trabajo obsesivo, creación artística, amor a Dios), pero la búsqueda es universal.
💡 La angustia que sientes cuando te sientes solo o incomprendido no es una simple emoción pasajera, sino un eco de la condición humana fundamental: la necesidad de superar nuestra separación existencial.