La Revolución Francesa y su impacto
La Revolución Francesa comenzó en 1789 y provocó cambios profundos en Francia que luego se extendieron por toda Europa. Los revolucionarios no solo derrocaron la monarquía absolutista, sino que también establecieron una república basada en nuevos ideales políticos.
Una de las contribuciones más importantes fue la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, documento que reconocía derechos fundamentales para todos los ciudadanos. Sin embargo, este periodo también estuvo marcado por momentos oscuros como "el Terror", una etapa de violencia extrema y ejecuciones.
A pesar de sus contradicciones, la Revolución sentó las bases del mundo moderno. El legado revolucionario incluye el desarrollo del liberalismo, la promoción del nacionalismo y los cimientos de los sistemas democráticos que conocemos hoy.
💡 ¡Dato clave! La defensa de los derechos individuales y la soberanía popular fue una de las principales ideas de la Ilustración que influyó directamente en la Revolución Francesa, rechazando conceptos como el derecho divino de los reyes.