Procesos Termodinámicos Fundamentales
Los procesos termodinámicos están en todas partes de tu vida diaria. Desde cuando calientas comida en el microondas hasta cuando tu papá infla las llantas del carro, todos son ejemplos de cómo las propiedades de los sistemas cambian al interactuar con su entorno.
El proceso isobárico mantiene la presión constante mientras cambian el volumen y la temperatura. Imagínate una jeringa con el émbolo que puede moverse libremente: si calientas el aire adentro, la presión se mantiene igual pero el volumen aumenta porque el émbolo se mueve.
En el proceso isocórico (o a volumen constante), el volumen no cambia pero sí la presión y temperatura. Es como calentar una lata de aerosol cerrada: el volumen del gas no puede cambiar, pero la presión y temperatura sí aumentan.
El proceso isotérmico ocurre a temperatura constante, manteniendo la energía interna estable. Aquí la presión y el volumen pueden variar, pero la temperatura permanece igual. Por último, el proceso adiabático no permite transferencia de calor con el entorno, así que cualquier cambio en la energía interna se debe únicamente al trabajo realizado.
💡 Dato clave: Cada proceso termodinámico mantiene una propiedad constante mientras las otras dos pueden cambiar libremente.