Ondas Longitudinales y Transversales
Las ondas longitudinales se caracterizan porque la perturbación viaja en la misma dirección que el pulso viajero. El ejemplo más común es el sonido, que se propaga a través del aire mediante compresiones y descompresiones en la misma dirección de la onda.
Por otro lado, las ondas transversales se desplazan de manera perpendicular a la dirección del pulso y la energía que viaja en él. Esto crea un movimiento diferente que puedes imaginar como una cuerda que sube y baja mientras la onda avanza horizontalmente.
Una diferencia crucial entre ambos tipos es su velocidad. En las ondas longitudinales como el sonido, la velocidad sigue el Movimiento Uniforme v=d/t. Por ejemplo, el sonido viaja a 340 m/s en el aire, lo que nos permite calcular la distancia a un rayo contando el tiempo entre el relámpago y el trueno.
💡 Dato interesante: Cuando escuchas un trueno después de ver un relámpago, puedes calcular la distancia del rayo multiplicando los segundos de retraso por 340 metros. ¡Cada 3 segundos representan aproximadamente 1 kilómetro!
Para las ondas transversales, como las que se forman en una cuerda, la velocidad depende de la tensión (T) y la densidad lineal μ=m/L de la cuerda. La fórmula es V = √T/μ o V = √T⋅L/m. La gravedad afecta directamente a estas ondas, mientras que tiene menos impacto en las longitudinales.