Las Leyes de Snell: Cómo se Comporta la Luz
¿Alguna vez te has preguntado por qué puedes verte perfectamente en un espejo pero no en una pared rugosa? La respuesta está en las leyes de Snell, que son como las reglas del juego que sigue la luz.
Primera ley: Cuando un rayo de luz toca una superficie lisa (como un espejo), se refleja en el mismo ángulo en que llegó. Es como cuando lanzas una pelota contra una pared lisa: rebota de manera predecible. El ángulo de incidencia siempre es igual al ángulo de reflexión.
Segunda ley: Si la superficie es rugosa o áspera, la luz se dispersa en todas las direcciones. Por eso no puedes usar una pared como espejo: los ángulos de incidencia y reflexión son diferentes, creando una imagen difusa.
Tercera ley: Cuando la luz pasa de un material a otro (como del aire al agua), el rayo se dobla o refracta. Este fenómeno es lo que hace que los lentes funcionen y por qué los objetos se ven distorsionados bajo el agua.
💡 Dato curioso: La refracción es por lo que una pajilla en un vaso de agua parece "quebrada" - la luz se dobla cuando pasa del agua al aire.