Interacción de la Luz con los Materiales
Los cuerpos opacos reflejan o absorben toda la luz que les llega. Cuando un material absorbe luz, su temperatura aumenta y es imposible ver a través de él. La madera y los metales son ejemplos comunes de materiales opacos.
La luz blanca está compuesta por varios colores, cada uno con una frecuencia específica. Cuando esta luz interactúa con un objeto, este puede reflejar algunos colores y absorber otros. Por ejemplo, un tomate se ve rojo porque absorbe todos los demás colores y solo refleja el rojo, que es el que llega a nuestros ojos.
En la reflexión de la luz, los rayos que chocan contra una superficie se devuelven al medio de origen. Este fenómeno sigue una ley fundamental: el ángulo de incidencia (α) es igual al ángulo de reflexión (δ), medidos respecto a la línea normal (perpendicular a la superficie).
💡 ¡Dato curioso! El color que ves de un objeto no está realmente "en" el objeto - es el único color que el objeto NO absorbe. ¡Lo que ves es lo que el objeto rechaza!