La filosofía socrática
Sócrates centró toda su preocupación en el ser humano, al igual que los sofistas. Sin embargo, mientras los sofistas defendían argumentos potencialmente engañosos y se enfocaban en la persuasión, Sócrates buscaba constantemente la verdad, el bien y la justicia.
Los sofistas tenían características muy específicas: enseñaban a otros a practicar la retórica, eran relativistas y subjetivistas, y generalmente escépticos. Una de sus máximas más conocidas era "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son". Otro famoso argumento sofista afirmaba que "Nada existe, si existiera no se podría conocer, y si se conociera, no se podría expresar".
💡 La principal diferencia entre Sócrates y los sofistas es que mientras estos últimos se centraban en enseñar técnicas de persuasión, Sócrates buscaba el conocimiento verdadero mediante el cuestionamiento constante.
La filosofía socrática se desarrolló durante la consolidación de la democracia ateniense, período en que el concepto de areté (virtud) adquirió gran importancia. Para Sócrates, la verdadera sabiduría comienza reconociendo nuestra propia ignorancia, y el camino hacia el conocimiento pasa por cuestionarnos a nosotros mismos.