El tratante de camellos de Babilonia
Tarkad, un joven hambriento y sin dinero, vagaba por las calles de Babilonia esperando encontrar a alguien que le prestara una moneda para comer. Desafortunadamente, se topó con Dabasir, el tratante de camellos a quien debía dinero.
En vez de regañarlo, Dabasir invitó a Tarkad a sentarse con él en una posada. Mientras Dabasir comía una abundante comida, Tarkad solo recibió agua. El comerciante comenzó entonces a relatar su propia historia de fracaso y redención.
En su juventud, Dabasir había caído en la ruina por sus excesos. Huyó de Babilonia para escapar de sus deudas y terminó uniéndose a unos ladrones del desierto. Capturado y vendido como esclavo en Siria, enfrentó la posibilidad de convertirse en eunuco.
Sira, la primera esposa de su amo, lo salvó convirtiéndolo en su camellero. Durante sus viajes, ella le hizo una pregunta crucial: "¿Tienes alma de hombre libre o de esclavo?"
💡 Tu actitud frente a tus deudas revela tu carácter. Un hombre libre enfrenta sus responsabilidades; un esclavo huye de ellas.
Inspirado por esta pregunta, Dabasir escapó a través del desierto, enfrentando la muerte casi segura. En su momento más desesperado, decidió que si tenía alma de hombre libre, debía regresar a Babilonia, enfrentar a sus acreedores y pagar sus deudas honorablemente.
"Cuando estás determinado, encuentras los medios", concluyó Dabasir. Esta determinación lo transformó de un fugitivo desesperado en un respetado comerciante, demostrando que nuestras decisiones, no nuestras circunstancias, definen nuestro destino.