Orígenes del baloncesto
Al principio, Naismith creó trece reglas básicas para su nuevo deporte. Como tenía 18 alumnos, cada equipo tenía nueve jugadores, ¡imagínate lo abarrotado que estaba el campo! Con el tiempo se redujo a siete y finalmente a los cinco jugadores que conocemos hoy.
Las cestas de melocotones originales se transformaron en aros metálicos con redes sin fondo. También aparecieron los tableros donde se colgaban las canastas, haciendo el juego más emocionante.
El baloncesto se extendió rápidamente por Estados Unidos y después saltó a Europa. En 1936, en los Juegos Olímpicos de Berlín, Naismith pudo ver cómo su invención se convertía en deporte olímpico. El baloncesto femenino tuvo que esperar hasta 1976 para ser incluido en las Olimpiadas.
Dato curioso: Naismith vivió lo suficiente para ver su deporte convertirse en categoría olímpica, ¡qué emocionante debe haber sido para él!