Expansión y Productos Comercializados
La Ruta de la Seda funcionaba como una extensa red de rutas comerciales donde se intercambiaban productos como ámbar, marfil, perfumería y armas. China, siendo una civilización desarrollada en los valles de los ríos Huang He y Yang-Tsé Kiang, fue el origen principal de estos intercambios.
El siglo XIII marcó cambios significativos con la decadencia de la Edad Media y los últimos días del feudalismo. Simultáneamente, la expansión del Islam fortaleció al Imperio Otomano, añadiendo nuevas dimensiones culturales y religiosas a las rutas comerciales.
La seda se convirtió en un producto tan valioso que llegó a funcionar como moneda en muchos territorios. Para el siglo XV, su producción creció enormemente, expandiendo su influencia por todo el mundo, tanto que podríamos decir que "en todos los países hay un pedazo de China".
🌍 La Ruta de la Seda no solo transportaba mercancías sino también enfermedades, convirtiéndose en una vía de transmisión de pandemias desde China hacia otras regiones.