Dinero-mercancía y sus características
Para que algo funcionara como dinero-mercancía, necesitaba cumplir requisitos específicos. Tenía que ser de aceptación universal, duradero para mantener su valor, y homogéneo para poder intercambiarse por productos de diferentes precios.
También debía ser fácil de transportar y difícil de falsificar, porque la gente necesitaba confiar completamente en él. Solo así se podía lograr una aceptación general en toda la sociedad.
Con el tiempo, muchas mercancías perdieron su función como dinero porque no cumplían todos estos requisitos. El ganado se moría, el tabaco se echaba a perder, y las conchas eran difíciles de conseguir en algunos lugares.
Los metales preciosos, especialmente el oro y la plata, terminaron siendo los ganadores porque tenían todas las características necesarias: durabilidad, divisibilidad, fácil transporte y almacenamiento.
¡Recordá esto! A diferencia del dinero actual, el dinero-metal tenía valor por sí mismo, no solo por lo que representaba.