Plexos Nerviosos y Sistema Autónomo
El plexo lumbar está formado por los nervios espinales L2-L4 que se alejan de las vértebras lumbares. Estos nervios se ramifican y forman tejidos nerviosos complejos, donde algunos ramos se unen para crear el nervio cutáneo, mientras que L5 forma parte del plexo sacro.
El plexo sacro es una estructura fascinante compuesta por los nervios L4 y L5 que descienden hacia la pelvis. Allí se encuentran con los nervios sacros S1-S4 cuando emergen de la médula espinal, creando una red que controla el movimiento de piernas, glúteos y pelvis.
El plexo pudendo merece especial atención porque está formado por nervios de la pared abdominal y juega un papel crucial en funciones como el parto, la micción, la excreción y la función de los órganos genitales. Es principalmente un nervio sensitivo.
¡Dato curioso! El plexo pudendo es fundamental durante el parto y ayuda en procesos tan básicos como caminar.
Finalmente, el sistema nervioso autónomo (también llamado vegetativo) es tu piloto automático personal. Conecta músculos lisos, cardíaco y glándulas, trabajando junto al sistema endocrino para mantener la homeostasis. Se divide en dos partes: central (dentro de las meninges) y periférico (fuera de las meninges), regulando automáticamente tu frecuencia cardíaca, tensión arterial y respiración.