Masticación y salivación: más importantes de lo que crees
La masticación durante la alimentación cumple funciones esenciales: mezcla los alimentos con saliva, reduce el tamaño de las partículas, aumenta la disponibilidad de nutrientes para las bacterias del rumen, y forma un bolo alimenticio que puede ser tragado.
¿Sabías que las vacas pueden producir hasta 180 litros de saliva al día? Esta cantidad impresionante de saliva tiene funciones vitales:
- Diluye los ácidos en el rumen
- Mantiene un ambiente saludable para los microorganismos
- Lubrica el alimento
- Proporciona nutrientes a los microbios ruminales
- Previene la hinchazón
La saliva de las vacas contiene grandes cantidades de bicarbonato de sodio y fosfatos que funcionan como amortiguadores naturales, evitando que el rumen se vuelva demasiado ácido. Esto es crucial porque si el pH del rumen baja demasiado, puede provocar acidosis, disminución del apetito y, en casos graves, incluso la muerte de la vaca.
🚨 ¡Ojo con la dieta! Si las vacas no consumen suficientes partículas grandes de forraje, la producción de saliva se reduce rápidamente, lo que puede llevar a problemas digestivos serios.
Una vaca puede masticar más de 10 horas al día cuando consume una dieta rica en forraje, y la cantidad de saliva producida depende en gran medida del tipo de alimento que consumen. Los alimentos finamente molidos provocan menos masticación y, por tanto, menos producción de saliva.