Tu pared anterolateral del abdomen tiene límites muy claros: el reborde costal arriba, el ligamento inguinal abajo, y líneas que conectan estos puntos a los lados. Para estudiar mejor esta zona, los médicos la dividen en 9 cuadrantes usando líneas imaginarias.

Esta división es súper práctica porque cada cuadrante corresponde a órganos específicos. Si tenés dolor en el hipocondrio derecho, por ejemplo, podría estar relacionado con el hígado.

La pared abdominal tiene varias capas importantes. Desde afuera hacia adentro encontrás: la piel, el tejido graso (con las capas de Camper y Scarpa), y luego las estructuras musculares y fasciales.

Dato clave: La línea semilunar separa el músculo recto abdominal (al centro) de los músculos oblicuos (a los lados), mientras que la línea alba es esa línea central donde se unen las aponeurosis.

Los músculos abdominales se organizan en dos grupos principales. Lateralmente tenés la famosa "prensa abdominal": oblicuo externo, oblicuo interno y transverso (uno encima del otro). Medialmente están el recto abdominal y el piramidal.

La prensa abdominal es lo que usás cuando tenés que "pujar" - ya sea en el baño, durante el parto, o al hacer ejercicio. Estos músculos también te ayudan a espirar profundamente.

El estuche de los rectos es una aponeurosis súper resistente que envuelve al músculo recto abdominal. Se forma cuando las aponeurosis de los oblicuos se extienden y se combinan de manera ingeniosa.

Recordá: El recto abdominal es ese músculo "facetado" que forma los famosos "cuadritos" cuando está bien desarrollado - tiene tendones intermedios que le dan esa apariencia segmentada.

Los músculos de tu pared abdominal reciben sangre principalmente de dos arterias que se conectan: la epigástrica superior (que viene de arriba) y la epigástrica inferior (que viene de abajo). Esta conexión asegura un suministro sanguíneo constante.

La inervación viene principalmente de los 6 nervios intercostales inferiores, más algunas ramas del plexo lumbar. Esto explica por qué a veces el dolor abdominal se puede "reflejar" hacia otras zonas.

Los músculos tienen funciones específicas: los oblicuos te permiten rotar el tronco y formar la prensa abdominal, mientras que el recto abdominal te ayuda a flexionar el tronco hacia adelante.

Tip de estudio: Memorizar las inserciones musculares te va a servir mucho para entender los movimientos y las posibles lesiones en cada zona.

El ligamento inguinal no es más que un engrosamiento de la aponeurosis del oblicuo externo que va desde la espina ilíaca hasta el pubis. Es súper importante porque marca el límite inferior de la pared abdominal.

El conducto inguinal es un túnel oblicuo de unos 4-5 cm que permite el paso del cordón espermático en hombres y del ligamento redondo en mujeres. Tiene dos "puertas": el anillo inguinal profundo y el anillo inguinal superficial.

Este conducto tiene paredes bien definidas: la aponeurosis del oblicuo externo por fuera, la fascia transversal por dentro, el tendón conjunto arriba y el ligamento inguinal abajo.

Punto clave: Cuando la pared abdominal se debilita, el anillo inguinal profundo se agranda y aparecen las famosas hernias inguinales - una de las cirugías más frecuentes.

El peritoneo es como una bolsa doble que recubre todo tu abdomen. Tiene dos partes: el peritoneo parietal (pegado a las paredes) y el peritoneo visceral (que envuelve los órganos).

Entre estas dos capas existe la cavidad peritoneal, que contiene un poquito de líquido que actúa como lubricante. Esto permite que tus órganos se deslicen suavemente durante la digestión.

El mesocolon transverso es un repliegue peritoneal súper importante porque divide toda la cavidad abdominal en dos pisos: supramesocólico (arriba) e inframesocólico (abajo).

Dato interesante: Algunos órganos como el hígado y el bazo casi no se mueven, mientras que el estómago e intestinos tienen mucha movilidad gracias a los movimientos peristálticos.

El espacio supramesocólico se subdivide en tres cavidades usando el epiplón menor (que conecta estómago e hígado) como referencia: fosa hepática (derecha), fosa gástrica (izquierda) y la transcavidad de los epiplones (posterior).

La transcavidad de los epiplones es un espacio que está detrás del estómago, y se accede a través del hiato de Winslow. Es importante porque ahí encontrás el páncreas, un órgano retroperitoneal.

El epiplón mayor es esa "manta" de grasa que cuelga del estómago hacia abajo. Cuando una persona aumenta de peso, este epiplón también crece y contribuye al aumento del perímetro abdominal.

Alerta de salud: Los límites máximos saludables del perímetro abdominal son 88 cm en mujeres y 102 cm en hombres. Superarlos indica riesgo de síndrome metabólico.

El espacio inframesocólico contiene la mayor parte de tus intestinos y se divide en cuatro compartimentos: espacios mesentéricos derecho e izquierdo, y espacios parietocólicos derecho e izquierdo.

Esta división es crucial para los cirujanos porque les ayuda a ubicarse durante las operaciones. Si necesitan acceder al colon ascendente, por ejemplo, deben mover las asas intestinales hacia el lado correcto.

El mesenterio es el repliegue que fija el intestino delgado a la pared posterior del abdomen, dándole estabilidad pero permitiendo cierta movilidad.

Concepto clave: Todo repliegue peritoneal que une una víscera a la pared se llama "meso" - mesenterio, mesocolon, etc.

El estómago es una dilatación del tubo digestivo con forma de "J" que se ubica entre el esófago y el duodeno. Tiene un orificio superior (cardias) y un esfínter inferior (píloro) que regula el paso del contenido.

Se divide en tres partes principales: fondo (la parte más alta), cuerpo (la porción media más grande) y antro pilórico (la parte final antes del píloro). Las curvaturas mayor y menor son importantes puntos de referencia.

La irrigación del estómago proviene del tronco celíaco, que se divide en tres ramas principales: arteria gástrica izquierda, arteria hepática y arteria esplénica. Estas forman dos circuitos anastomóticos que aseguran un riego sanguíneo abundante.

Dato funcional: El estómago tiene una capacidad que varía desde 30cc en recién nacidos hasta 1500cc en adultos, y el contenido gástrico tarda unas 2 horas en pasar al duodeno.

Los circuitos anastomóticos del estómago son dos: el de la curvatura menor (arterias gástricas derecha e izquierda) y el de la curvatura mayor (arterias gastroepiploicas derecha e izquierda). Esta doble irrigación garantiza que el estómago nunca se quede sin sangre.

El tronco celíaco también está rodeado por el plexo solar o celíaco, que contiene fibras nerviosas simpáticas y parasimpáticas. Esto explica por qué los golpes en "la boca del estómago" duelen tanto.

Las túnicas del estómago son cuatro capas: serosa (peritoneo), muscular (con tres orientaciones de fibras), submucosa y mucosa. La capa muscular del píloro forma un esfínter que regula el vaciamiento gástrico.

Punto importante: Las tres orientaciones de las fibras musculares (longitudinal, circular y oblicua) permiten los movimientos de mezcla y propulsión necesarios para la digestión.

El bazo es un órgano linfoide que produce linfocitos y elimina glóbulos rojos viejos (proceso llamado hemocatéresis). Se relaciona con cuatro estructuras: el fondo del estómago, el ángulo esplénico del colon, el polo superior del riñón izquierdo y la cola del páncreas.

El duodeno es la primera porción del intestino delgado, mide 20-25 cm y es parcialmente retroperitoneal. Forma un marco incompleto alrededor de la cabeza del páncreas.

Tiene cuatro porciones: la primera (bulbo duodenal), segunda (descendente), tercera (horizontal) y cuarta (ascendente hasta el ángulo de Treitz). Este ángulo marca donde el duodeno se convierte en yeyuno.

Relación anatómica clave: La estrecha relación entre páncreas y duodeno explica por qué las enfermedades de uno pueden afectar al otro fácilmente.