Teoría de la Generación Espontánea y Teoría de la Biogénesis
La teoría de la generación espontánea fue una de las primeras explicaciones sobre el origen de la vida. Esta teoría decía que los seres vivos podían aparecer de la nada, solo de materia en descomposición más una "fuerza vital" misteriosa.
Aristóteles, el famoso filósofo griego, creía que los gusanos, insectos y peces surgían del lodo, agua de mar, rocío o sudor. La gente aceptaba esta idea porque veían gusanos salir de la carne podrida.
Pero en el siglo XVII, Francisco Redi decidió probar si esto era cierto. Puso carne en frascos: unos los tapó y otros los dejó abiertos. ¿Resultado? Solo en los frascos abiertos aparecieron gusanos, porque las moscas pudieron entrar y poner sus huevos.
Louis Pasteur confirmó esto con su famoso experimento de los matraces con cuello de cisne. Demostró que los microorganismos no aparecían por arte de magia, sino que venían de otros microorganismos. Así nació la teoría de la biogénesis: todo ser vivo proviene de otro ser vivo.
¡Recuerda esto! Gracias a Pasteur ahora sabemos que "todo ser vivo procede de otro ser vivo". Esta es la base de la biología moderna.