Frutos secos: los estrategas de la supervivencia
Los frutos secos tienen el pericarpio duro y no comestible, pero son geniales en sus estrategias de supervivencia. Se dividen en dos grupos según si se abren o no para liberar las semillas.
Los dehiscentes se abren cuando maduran para liberar las semillas. Las legumbres (como los porotos) se abren en dos mitades, las cápsulas pueden abrirse de varias formas, y los folículos se abren solo por un lado.
Los indehiscentes no se abren y tienen estrategias diferentes. Los aquenios (como las pipas de girasol) tienen semillas sueltas, las nueces tienen paredes súper duras, las sámaras tienen alas para volar con el viento, y las cipselas (como el diente de león) tienen estructuras plumosas para dispersarse.
Según la cantidad de semillas, podés clasificarlos como monospermos (una sola semilla, como mangos y aguacates) o polispermos (muchas semillas, como sandías y naranjas).
💡 Dato importante: Los frutos secos dehiscentes "ayudan" a las semillas a salir, mientras que los indehiscentes esperan a descomponerse o romperse.