Herencia y las Leyes de Mendel
La herencia es como un sistema de mensajería súper avanzado en tu cuerpo. A través de ella, tus padres te transmiten características como el color de ojos, la altura y hasta la predisposición a ciertas enfermedades. Esta información viaja en tu ADN, que está organizado en pequeños paquetes llamados genes, ubicados en estructuras llamadas cromosomas dentro del núcleo de tus células.
Gregor Mendel fue el científico que en el siglo XIX descubrió cómo funciona todo este proceso. Usando plantas de guisantes, formuló tres leyes fundamentales que todavía usamos hoy en día para entender la genética.
Su Primera Ley (Ley de la Uniformidad) dice que cuando cruzas dos organismos de razas puras para una característica específica, todos los hijos de la primera generación van a ser iguales entre sí. Es como si la naturaleza siguiera una receta exacta.
La Segunda Ley (Ley de la Segregación) explica algo súper interesante: los alelos (las diferentes versiones de un gen) se separan cuando se forman los gametos (óvulos y espermatozoides). Por eso características que no ves en los padres pueden aparecer en los nietos.
💡 Dato curioso: La Tercera Ley (Ley de la Transmisión Independiente) nos dice que la herencia de una característica no influye en otra. ¡Puedes tener los ojos de tu mamá pero la altura de tu papá sin problema!