Cirrosis Cuando el Hígado se Llena de Cicatrices
Imaginate que tu hígado es como una esponja que filtra todo lo que entra a tu cuerpo. La cirrosis es cuando esa esponja se vuelve dura y llena de cicatrices, perdiendo su capacidad de hacer su trabajo correctamente.
Esta enfermedad se desarrolla lentamente durante años. El tejido conectivo crece de manera anormal y forma puentes que conectan diferentes partes del hígado, destruyendo su estructura normal. Lo más preocupante es que generalmente es irreversible.
La hepatitis C es una de las causas más importantes, especialmente en personas que recibieron transfusiones de sangre antes de 1992. También afecta más a los hombres que a las mujeres.
¿Sabías qué? Un hígado con cirrosis puede contener hasta 6 veces más colágeno (la proteína que forma las cicatrices) de lo normal.
El proceso comienza cuando algo daña las células del hígado repetidamente. La fibrosis se desarrolla gradualmente, y factores como el alcohol crean radicales libres que empeoran el daño. El tiempo que toma desarrollarse depende de qué tan fuerte sea el daño y si hay múltiples agresiones al mismo tiempo.
Los síntomas principales incluyen encefalopatía (cambios en el comportamiento y confusión mental), retención de líquidos que causa hinchazón y acumulación de agua en el abdomen, hipertensión portal que puede provocar sangrado peligroso, y falla hepática general.
Actualmente, el único tratamiento definitivo es el trasplante hepático, por eso es tan importante prevenir esta enfermedad cuidando nuestro hígado.