La Célula Animal: Tu Fábrica Personal
Imagínate que tu cuerpo es una ciudad gigante y cada célula animal es como una fábrica súper avanzada. Estas pequeñas unidades son las responsables de todo lo que haces: desde parpadear hasta correr en el recreo.
La membrana plasmática es como la puerta de entrada de la fábrica, decidiendo qué puede entrar y qué debe salir. Adentro encuentras el citoplasma, un líquido gelatinoso donde ocurre toda la acción, como si fuera el piso de la fábrica donde trabajan todos.
El núcleo es el jefe de toda la operación porque contiene el ADN, que son las instrucciones para que todo funcione perfectamente. Las mitocondrias son como las plantas eléctricas que generan toda la energía que necesita la célula para trabajar.
¡Dato curioso! Una sola célula puede tener cientos de mitocondrias trabajando al mismo tiempo para darte energía.
También tienes el retículo endoplasmático que transporta materiales por toda la célula, el aparato de Golgi que empaqueta proteínas como si fuera un centro de envíos, y los lisosomas que son como el equipo de limpieza que digiere los desechos.