Las Tres Formas del ADN
Tu ADN no es tan rígido como pensabas. Aunque siempre vemos la típica doble hélice en los libros, la realidad es que puede transformarse en tres formas diferentes dependiendo de las condiciones que lo rodeen.
El ADN tipo B es el más común en nuestras células y el que probablemente reconoces. Tiene esa clásica estructura de doble hélice que gira hacia la derecha, como un tornillo normal. Lo encuentras funcionando tranquilamente en el núcleo de tus células bajo condiciones normales.
El ADN tipo A también gira a la derecha, pero es mucho más compacto y apretado que el tipo B. Se forma cuando hay poca agua alrededor, especialmente durante algunos momentos de la replicación del ADN. Los científicos creen que esta forma compacta ayuda en procesos importantes como la transcripción.
¡Dato curioso! El ADN tipo Z es el rebelde de la familia - ¡gira hacia la izquierda! Su forma es más alargada y zigzagueante. Aparece en regiones específicas del ADN y podría ayudar a regular la actividad de los genes, aunque su función exacta sigue siendo un misterio fascinante para los científicos.