Linajes celulares y regulación
El proceso de diferenciación celular está cuidadosamente regulado por genes específicos como PU.1, GATA-1/2 y RUNX1. Estos genes actúan como interruptores: cuando unos se encienden y otros se apagan, definen en qué tipo de célula se convertirá cada progenitor. Por ejemplo, niveles altos de PU.1 favorecen la formación de granulocitos, mientras que niveles bajos conducen al linaje eritroide.
En el caso de los eritrocitos (glóbulos rojos), las células pasan por varias etapas de maduración. Comienzan como unidades formadoras de brotes eritroides BFU−E, luego se convierten en unidades formadoras de colonias CFU−E, y finalmente pasan por distintas fases (eritroblasto basófilo, policromatófilo y ortocromático) hasta llegar a reticulocitos y eventualmente eritrocitos maduros. La eritropoyetina, producida principalmente en el riñón, es la hormona que regula este proceso.
Para las plaquetas, el camino comienza con los progenitores megacariocíticos que, tras un proceso único llamado endomitosis (donde replican su ADN sin dividir la célula), forman grandes células llamadas megacariocitos. Estos se fragmentan para liberar pequeñas plaquetas al torrente sanguíneo. La trombopoyetina es la principal reguladora de este proceso, junto con interleuquinas como IL-3, IL-6 e IL-11.
🔬 Cuando estudies estos procesos, piensa en ellos como un árbol donde cada rama representa una decisión celular irreversible. Una vez que una célula "elige" un camino, ya no puede volver atrás, solo seguir madurando en esa dirección.