Fotosíntesis: La Fábrica de Energía Natural
La fotosíntesis es un proceso fascinante donde ciertos seres vivos fabrican su propia energía. Mediante este proceso, las plantas verdes y algunos microorganismos transforman moléculas inorgánicas en moléculas orgánicas ricas en energía. Gracias a la clorofila, un pigmento especial que les da su color verde característico, las plantas pueden captar la luz solar y usarla como combustible.
El proceso ocurre en dos fases principales. Durante la fase luminosa, las plantas capturan fotones provenientes del sol. Esta luz ayuda a transformar la energía solar en energía química (ATP). Cuando la luz golpea la clorofila, se rompen las moléculas de agua, liberando oxígeno a la atmósfera que todos respiramos.
En la fase oscura, el dióxido de carbono (CO₂) se fija en forma de glucósidos según las necesidades de la planta. La energía no utilizada durante este proceso se almacena en moléculas de ATP y NADPH, que funcionan como reservas energéticas. Los productos finales de la fotosíntesis son la glucosa, que sirve como alimento para la planta, y el oxígeno, esencial para la respiración de muchos seres vivos.
💡 ¡Dato curioso! Cada vez que respiras, estás aprovechando el oxígeno que las plantas liberaron durante la fotosíntesis. Este proceso forma parte de un ciclo vital que conecta a todos los seres vivos del planeta.