Manifestaciones clínicas y síntomas
Las fisuras afectan múltiples estructuras: el labio superior, el reborde alveolar maxilar, el paladar duro y la mucosa palatina. Cada una presenta desafíos específicos para el desarrollo del niño.
En los recién nacidos, el principal problema son las dificultades para alimentarse. La abertura impide crear el vacío necesario para succionar correctamente, complicando la lactancia materna y el uso del biberón.
Conforme crecen, desarrollan problemas del habla debido a la comunicación anormal entre la boca y la nariz. Las palabras pueden sonar nasales o poco claras, afectando la comunicación.
Además, son más propensos a infecciones recurrentes del oído medio (otitis media) porque la malformación palatina afecta la función de la trompa de Eustaquio. En algunos casos, puede presentarse retraso en el crecimiento general.
Importante: La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir muchas de estas complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida.