Teorías de la Evolución: Del Fijismo al Neodarwinismo
Durante el siglo XIX, la idea dominante era el fijismo, que sostenía que todos los seres vivos existentes mantenían su forma moderna sin cambio alguno desde su creación. Esta visión estática de la vida pronto sería desafiada por nuevas observaciones científicas.
En 1809, Lamarck propuso una de las primeras teorías evolutivas, sugiriendo que la vida se desarrollaba de forma continua y que todos los seres vivos provienen de seres anteriores. Según Lamarck, existe una "fuerza interior" que impulsa a los organismos a transformarse, y los cambios de comportamiento exigidos por el ambiente provocaban modificaciones que se transmitían a los descendientes.
Charles Darwin, tras su viaje de cinco años a las islas Galápagos iniciado en 1831, desarrolló la revolucionaria teoría de la selección natural. Darwin observó que las especies mostraban variaciones en sus características a lo largo del tiempo, donde aquellas más favorables para la supervivencia permanecían mientras las menos adaptadas desaparecían. Posteriormente, Alfred Wallace se unió a Darwin para consolidar este mecanismo evolutivo.
💡 ¿Sabías que? Darwin no publicó inmediatamente sus ideas por temor a la controversia. Solo cuando supo que Wallace había llegado a conclusiones similares, decidió publicar "El Origen de las Especies" en 1859.
Entre 1930 y 1940 surgió el neodarwinismo, que incorporó los avances en genética para explicar mejor los mecanismos evolutivos. Hoy, las nuevas tecnologías como CRISPR nos permiten comprender y hasta modificar la evolución a nivel genético, abriendo un nuevo capítulo en nuestra comprensión de la vida y su desarrollo.