Ecosistemas y Niveles Tróficos
Un ecosistema es como una gran familia formada por seres vivos (biocenosis) que interactúan con su ambiente físico (biotopo). Imagina un bosque con todos sus animales, plantas y el suelo donde viven - ¡eso es un ecosistema!
Dentro de los ecosistemas existen diferentes "trabajos" o niveles tróficos. Las plantas y algas son productores porque fabrican su propio alimento usando la luz solar (¡como pequeñas fábricas de comida!). Los consumidores son aquellos que comen a otros: los conejos comen plantas, los zorros comen conejos y así sucesivamente. Los descomponedores como hongos y bacterias son los recicladores de la naturaleza, transformando restos de organismos en nutrientes.
La energía fluye como una cascada desde los productores hasta los consumidores y descomponedores, perdiéndose un poco en cada paso. Por eso siempre hay muchas más plantas que herbívoros, y más herbívoros que carnívoros. Los ciclos biogeoquímicos permiten que elementos como el carbono o el nitrógeno se reciclen constantemente.
💡 ¡Dato curioso! En cada transferencia de energía entre niveles tróficos, ¡se pierde aproximadamente el 90% de la energía! Por eso necesitamos muchas plantas para alimentar a pocos herbívoros y aún menos carnívoros.
Las relaciones ecológicas son como las relaciones entre personas: algunos compiten por recursos, otros se comen entre sí (depredadores y presas), y algunos colaboran en relaciones simbióticas. La sucesión ecológica nos muestra cómo un ecosistema cambia con el tiempo, como cuando un campo abandonado poco a poco se convierte en un bosque.