La Coagulación: Nuestro Sistema de Emergencia
La coagulación es el proceso en el que nuestra sangre forma un tapón plaquetario o un coágulo gelatinoso para detener el sangrado. Este proceso normalmente debe ocurrir entre 25-35 segundos cuando todo funciona correctamente.
Existen dos rutas principales para la coagulación que luego se unifican. La vía intrínseca (vía #1) comienza cuando el tejido dañado expone colágeno, activándose por contacto y utilizando proteínas presentes en el plasma como el fibrinógeno. La vía extrínseca (vía #2) se activa cuando el tejido dañado se expone al factor tisular o tromboplastina tisular (factor III), también llamada "vía del factor tisular".
Ambas vías se unen en una vía común que crea la trombina, una enzima que transforma el fibrinógeno en fibrina. La fibrina forma una red donde las plaquetas atrapan a los glóbulos rojos, formando el tapón. El factor XIII convierte esta fibrina en un polímero reticulado que estabiliza el coágulo.
💡 ¿Sabías que? El coágulo es solo temporal. Una vez que la pared del vaso dañado se recupera, el coágulo se desintegra gracias a la plasmina, que rompe la fibrina.