Articulaciones sinoviales y factores que afectan su movimiento
Las articulaciones sinoviales son las más móviles del cuerpo y poseen una estructura compleja. Están compuestas por cartílago articular, cápsula articular, membrana sinovial, líquido sinovial, ligamentos y, en algunas, bursas y meniscos. Estos componentes trabajan juntos para permitir movimientos suaves y reducir la fricción.
Existen seis tipos de articulaciones sinoviales: planas (intercarpianas), en bisagra (codo), en pivote (atlantoaxial), condiloideas (radiocarpiana), en silla de montar (trapeciometacarpiana) y enartrósicas o esféricas (hombro y cadera). Cada tipo permite diferentes rangos y tipos de movimiento.
El movimiento y la estabilidad de nuestras articulaciones dependen de varios factores, como la forma de las superficies óseas, la fuerza de ligamentos y músculos, la tensión muscular e incluso influencias hormonales. Por ejemplo, durante el embarazo, la hormona relaxina aumenta la flexibilidad de las articulaciones.
🔍 Dato relevante: Cuando practicas deportes, tus articulaciones soportan fuerzas hasta cinco veces mayores que tu peso corporal, lo que explica por qué los atletas suelen desarrollar problemas articulares con el tiempo.
Algunos trastornos comunes que afectan las articulaciones son los esguinces (daño a ligamentos), luxaciones (desplazamiento óseo), artritis (inflamación articular) y bursitis/tendinitis (inflamación de bursas o tendones).