Tipos de Fuentes Históricas
Imagínate que eres un detective del tiempo: necesitas pistas para resolver los misterios del pasado. Las fuentes históricas son exactamente eso: evidencias que nos cuentan cómo vivían las personas antes que nosotros.
Las fuentes se clasifican en dos categorías principales: primarias y secundarias. Las primarias son como testimonios directos de personas que vivieron en esa época, mientras que las secundarias son interpretaciones que otros historiadores hicieron después.
Las fuentes primarias se dividen en dos tipos fascinantes. Las fuentes no escritas incluyen cosas que puedes tocar y ver: monumentos antiguos, utensilios que usaban para cocinar, edificios históricos, monedas viejas, y hasta las historias que las abuelas contaban de boca en boca.
Por otro lado, las fuentes escritas son documentos de la época: periódicos antiguos, censos de población, tratados entre países y obras literarias. Las fuentes secundarias son principalmente libros de historia, biografías y recopilaciones arqueológicas que escriben los expertos para ayudarnos a entender mejor el pasado.
💡 Dato curioso: Una moneda antigua puede contarnos sobre la economía, la política y hasta el arte de una civilización. ¡Es como un libro de historia en miniatura!