Estados de Agregación de la Materia
Imagínate que pudieras ver las partículas diminutas que forman tu escritorio, el agua que tomas o el aire que respiras. La materia se presenta en tres formas principales: sólido, líquido y gaseoso. Lo increíble es que la diferencia entre estos estados depende únicamente de qué tan unidas estén sus partículas.
La teoría cinética desarrollada por Maxwell y Boltzmann nos explica todo esto de manera súper clara. Según esta teoría, toda la materia está formada por partículas pequeñísimas (átomos, moléculas, iones) que están en constante movimiento. Entre más rápido se muevan estas partículas, más caliente estará la sustancia.
En los sólidos, las partículas están súper organizadas y apenas se mueven, como soldados en formación. En los líquidos, se mueven más libremente pero siguen juntas, como personas bailando en una pista llena. En los gases, las partículas se mueven por todos lados sin orden alguno, como niños corriendo en un parque enorme.
¡Dato curioso! Las partículas nunca dejan de moverse completamente. Incluso en el hielo más frío, siguen vibrando un poquito.
Cambios de Estado
¿Sabías que puedes transformar cualquier sustancia de un estado a otro simplemente agregando o quitando energía? Cuando le das calor a un sólido, sus partículas se mueven más rápido hasta que se convierte en líquido (fusión). Si le sigues dando calor, pasa a gas (vaporización).
El proceso también funciona al revés: cuando quitas energía, el gas se vuelve líquido (condensación) y el líquido se vuelve sólido (solidificación). Existe un cambio súper especial llamado sublimación, donde un sólido pasa directamente a gas sin volverse líquido primero.
Estos cambios suceden todo el tiempo a tu alrededor. El hielo en tu nevera, las nubes en el cielo, y hasta tu respiración en un día frío son ejemplos perfectos de estos procesos en acción.