Estados de la materia: Sólido, líquido y gaseoso
La materia puede existir en tres estados principales, cada uno con características únicas debido a la disposición de sus partículas. En el estado sólido, las partículas están fuertemente unidas y ordenadas, lo que les da forma definida y estabilidad. Ejemplos que encuentras a diario son la madera, las rocas y el hielo.
En el estado líquido, las partículas tienen más libertad para moverse que en los sólidos, pero siguen manteniendo cierta cohesión. Esto permite que los líquidos fluyan y adopten la forma del recipiente que los contiene, como ocurre con el agua, el aceite y la leche.
Para el estado gaseoso, las partículas se mueven libremente con fuerzas intermoleculares muy débiles. Los gases no tienen forma ni volumen definidos y se expanden para ocupar todo el espacio disponible. El aire que respiras, el oxígeno y el dióxido de carbono son ejemplos perfectos.
⚡ ¡Dato interesante! Las fuerzas intermoleculares determinan el estado de la materia: cuanto más fuertes son, más "sólida" será la sustancia.