De la Crisis del 29 al Neoliberalismo en América Latina
Imaginate que tu país dependía totalmente de vender café y bananos al extranjero, y de repente nadie te los compra más. Eso fue exactamente lo que pasó en 1929 con la Gran Depresión. Los países latinoamericanos se quedaron sin su principal fuente de ingresos y tuvieron que reinventarse.
Fue así como nació la industrialización por sustitución de importaciones (ISI). En lugar de importar todo, empezaron a fabricar sus propios productos básicos como alimentos y textiles. Con el tiempo, países como México, Brasil y Argentina lograron producir hasta electrodomésticos y automóviles.
A mediados del siglo XX surgió el desarrollismo, que buscaba acelerar la industrialización y modernizar las sociedades. La idea era simple: crecer hacia adentro para competir mejor hacia afuera. Sin embargo, en los años 50 apareció la teoría de la dependencia, apoyada por la CEPAL, que explicaba por qué América Latina seguía siendo vulnerable en el comercio internacional.
Cuando el desarrollismo mostró sus limitaciones en los años 80, llegó el neoliberalismo con una propuesta radical: menos Estado, más mercado libre. Esto significó privatizar empresas públicas, reducir aranceles y abrir las fronteras al capital extranjero, cambiando para siempre la relación entre el Estado y la economía.
Dato clave: La crisis de 2008 encontró a América Latina mejor preparada que en crisis anteriores, demostrando que las lecciones del pasado sí sirven.