Legado matemático y muerte
Arquímedes definió la espiral que hoy lleva su nombre y desarrolló fórmulas para calcular volúmenes de superficies de revolución. También creó un ingenioso sistema para expresar números extremadamente grandes, algo revolucionario para su época. Su capacidad para resolver problemas complejos lo distinguía de otros pensadores.
Su vida terminó trágicamente durante el sitio de Siracusa, cuando un soldado romano lo asesinó a pesar de las órdenes de no hacerle daño. Su tumba, según describió Cicerón, estaba coronada por una esfera inscrita en un cilindro, representando uno de sus mayores logros matemáticos: demostrar que una esfera tiene dos tercios del volumen y la superficie de un cilindro.
Curiosamente, aunque sus inventos fueron famosos en su tiempo, sus escritos matemáticos permanecieron relativamente desconocidos en la antigüedad. Aunque los matemáticos de Alejandría conocían su trabajo, la primera compilación completa de sus obras no se realizó hasta el año 530 d.C. por Isodoro de Mileto, y los comentarios de Eutocius en el siglo VI ayudaron a difundir su conocimiento.
🔍 Importante: El trabajo de Arquímedes con la esfera y el cilindro era tan significativo para él que pidió que esa figura geométrica marcara su tumba, demostrando cuánto valoraba sus descubrimientos matemáticos por encima de sus famosos inventos.