Evidencias de la Evolución
La biogeografía nos muestra algo curioso: lugares con climas parecidos pero separados geográficamente tienen especies diferentes, aunque con características similares. ¡Es como si la naturaleza hubiera creado soluciones parecidas en diferentes partes del mundo!
La anatomía comparada estudia estructuras homólogas (que tienen el mismo origen pero funciones diferentes) y vestigiales (partes que han perdido su función original). Por ejemplo, nuestros brazos, las alas de un murciélago y las aletas de una ballena tienen la misma estructura básica, ¡aunque los usemos de maneras muy diferentes!
La biología molecular nos permite ver el parentesco entre especies comparando sus genes. Por otro lado, la observación directa nos deja ver la evolución en acción, como ocurrió con la polilla Biston betularia, que cambió de color debido a la contaminación industrial.
💡 ¡Dato interesante! El registro fósil es como una ventana al pasado que nos muestra seres que vivieron hace millones de años. La embriología comparada también revela que especies diferentes tienen patrones de desarrollo muy similares durante sus primeras etapas, ¡otra pista de que compartimos ancestros comunes!