División de la Iglesia Católica en Occidente
La Reforma resultó en una división permanente de la Iglesia. Por un lado, la Iglesia Católica Romana mantuvo su estructura jerárquica con el Papa a la cabeza. Defendió sus tradiciones, los siete sacramentos, la veneración a los santos y la importancia tanto de la fe como de las obras para la salvación.
Por otro lado, surgieron numerosas iglesias protestantes con diferentes creencias y prácticas. A pesar de sus diferencias, compartían principios básicos: la Biblia como única autoridad, la salvación por la fe, y el rechazo a la autoridad papal. Estas iglesias incluían luteranos, calvinistas, anglicanos y, posteriormente, baptistas, metodistas y muchas otras denominaciones.
La Iglesia Católica respondió a la Reforma con su propio movimiento de renovación: la Contrarreforma. El Concilio de Trento (1545-1563) definió claramente la doctrina católica, eliminó algunos abusos internos y fortaleció la disciplina del clero. También se fundaron nuevas órdenes religiosas como los jesuitas, dedicados a la educación y a la defensa de la fe católica.
💡 ¡Para reflexionar! La división religiosa que comenzó en el siglo XVI sigue presente hoy. En Colombia y Latinoamérica, tradicionalmente católicos, las iglesias protestantes y evangélicas crecen rápidamente en las últimas décadas.