Organización Política
La confederación muisca se dividió en cuatro unidades territoriales principales, cada una con características distintivas. El Zipazgo, con capital en Funza (Bacatá), era gobernado por el zipa, considerado descendiente de la diosa Chía (la luna). Esta era la división política más poderosa, con un fuerte carácter militar y expansionista que controlaba numerosos cacicazgos menores.
El Zacazgo, ubicado al norte con sede en Hunza (actual Tunja), estaba bajo el mando del zaque. A diferencia del zipazgo, tenía un carácter más tradicionalista y menos militarista, basando su poder en el prestigio ancestral de sus linajes. Su importancia económica se sostenía en el comercio y la producción agrícola.
El Tundame abarcaba territorios de Duitama, Paipa y Tobasía en las montañas de la cordillera oriental. Gobernado por el cacique Tundama, este territorio era famoso por su riqueza en esmeraldas y por su feroz resistencia contra la invasión española, siendo uno de los últimos bastiones muiscas en caer.
El Iraca, en la provincia de Sugamuxi (actual Sogamoso), tenía un papel predominantemente religioso bajo el gobierno del iraca, el sumo sacerdote muisca. Aquí se encontraba el Templo del Sol, centro espiritual de la confederación, cuya destrucción por los españoles marcó un golpe devastador para la cultura muisca.
La economía muisca se basaba en el "Resguardo", un sistema de trueque regulado por normas sociales donde la solidaridad y reciprocidad eran fundamentales. La producción artesanal era realizada por grupos especializados: alfareros que creaban recipientes de cerámica, mujeres tejedoras que confeccionaban textiles usando fibras naturales, y orfebres expertos en la creación de objetos preciosos.
🏛️ Dato cultural: La sucesión del poder entre los muiscas seguía un sistema matrilineal, donde el cargo no pasaba de padre a hijo, sino del tío materno a su sobrino, asegurando así la continuidad del linaje familiar por vía materna.