El Juicio de los Muertos
Después de morir, los egipcios creían que el alma debía enfrentar un juicio presidido por Osiris, el dios del inframundo. Este juicio determinaría si el difunto merecía la vida eterna.
Durante la ceremonia, Anubis, el guardián de las tumbas con cabeza de chacal, colocaba el corazón del fallecido en una balanza. En el otro platillo, la diosa Ma'at ponía su pluma de la verdad, símbolo de la justicia y la armonía cósmica.
Si el corazón pesaba más que la pluma (revelando una vida de malas acciones), el monstruo Ammyt, conocida como la "devoradora de los muertos", se lo comía, condenando al alma a desaparecer para siempre. Si el corazón y la pluma estaban equilibrados, el difunto podía pasar a la vida eterna.
💡 ¡Piensa en esto! Los egipcios creían que nuestras acciones en vida determinan nuestro destino después de la muerte. ¿Cómo te iría en la balanza de Ma'at?