Evolución de las Teorías Administrativas
¿Alguna vez te has preguntado cómo llegamos a las prácticas de administración actuales? Todo comenzó en 1903 con la Teoría Científica de Frederick W. Taylor, que surgió para combatir la falta de sistemas efectivos de trabajo y decisiones arbitrarias. Taylor propuso aplicar el método científico para optimizar procesos laborales.
En 1916, Henri Fayol desarrolló la Teoría Clásica para mejorar el "taylorismo", centrándose en la estructura organizacional y los principios administrativos. Luego en 1922, Max Weber presentó la Teoría Burocrática para resolver las limitaciones de las teorías anteriores, promoviendo la jerarquía y las reglas formales en las organizaciones.
La Teoría de Relaciones Humanas de Elton Mayo (1932) marcó un giro importante al enfocarse en el factor humano, contrarrestando la deshumanización del trabajo. Posteriormente, la Teoría Estructuralista (1947) analizó problemas empresariales desde factores como la comunicación y autoridad, mientras que Kurt Lewin con su Teoría Organizacional (1950) estudió el comportamiento de los trabajadores según diferentes situaciones.
💡 ¡Dato clave! La evolución de estas teorías refleja cómo la administración pasó de ver a los trabajadores como simples "máquinas" a considerarlos como seres humanos complejos cuyo comportamiento impacta directamente en los resultados organizacionales.
Finalmente, en 1954, Peter F. Drucker desarrolló la Teoría Neoclásica, que adaptó los aportes clásicos a las nuevas necesidades del entorno empresarial surgidas tras la Revolución Industrial. Esta teoría sentó las bases para muchos de los conceptos administrativos que seguimos utilizando hoy.