Fenómenos de la Luz
Cuando la luz encuentra una superficie, puede reflexionarse (rebotar). Existen dos tipos principales de reflexión: difusa y especular. En la reflexión difusa, la luz rebota en múltiples direcciones sobre superficies corrugadas o irregulares, lo que impide ver imágenes claras. En cambio, la reflexión especular ocurre en superficies lisas como espejos, donde podemos ver imágenes nítidas.
En la reflexión especular, se cumple una ley fundamental: el ángulo de incidencia (θᵢ) es igual al ángulo de reflexión (θᵣ). Para determinar estos ángulos, se traza una línea perpendicular a la superficie (llamada normal) y se mide respecto a ella.
💡 Truco para recordar: Imagina una pelota rebotando en el suelo. Si la lanzas con cierto ángulo, rebotará con el mismo ángulo pero en dirección opuesta. ¡La luz se comporta igual!
La refracción ocurre cuando la luz cambia de velocidad al pasar de un medio a otro (como del aire al agua). Este cambio de velocidad causa que la luz cambie de dirección. Cada material tiene un índice de refracción (n), que se calcula dividiendo la velocidad de la luz en el vacío c=3⋅108m/s entre la velocidad de la luz en ese medio: n = c/v.
Cuando la luz pasa de un medio a otro, sigue la Ley de Snell: sen(θ₁)·n₁ = sen(θ₂)·n₂, donde θ₁ y θ₂ son los ángulos de incidencia y refracción, y n₁ y n₂ son los índices de refracción. A mayor velocidad de la luz en un medio, mayor será el ángulo que forma con la normal.