La Gran Transformación de Inglaterra (1780-1840)
¿Te imaginas un mundo sin máquinas, donde todo se hacía a mano? Eso cambió para siempre durante la Revolución Industrial en Inglaterra. Esta revolución no fue una guerra, sino un cambio radical en la forma de producir bienes y organizar la sociedad.
El motor de este cambio fue la economía capitalista impulsada por la burguesía (la clase adinerada) y apoyada por el sistema parlamentario inglés. La agricultura dejó de ser la base económica principal y fue reemplazada por la industria.
La industria del algodón se convirtió en el símbolo de esta transformación. Inglaterra quería superar a India en la producción de algodón, así que inventaron máquinas como la hiladora Jenny que podían trabajar mucho más rápido que las personas.
Sin embargo, estas máquinas generaron desempleo masivo porque una sola máquina podía hacer el trabajo de muchas personas. Los trabajadores se quedaron sin empleo mientras los dueños de las fábricas se enriquecían.
💡 Dato curioso: La hiladora Jenny podía hilar 8 hebras de algodón al mismo tiempo, mientras que antes una persona solo podía hilar una.
Para transportar los productos, crearon canales fluviales y mejoraron los medios de transporte, conectando las fábricas con los mercados de toda Europa.
Esta revolución trajo consecuencias enormes: aumento de población, crecimiento de las grandes ciudades, bajos salarios para los trabajadores, pero también mayores ingresos para los empresarios y el nacimiento del movimiento obrero que luchaba por los derechos de los trabajadores.