Modificación del Relieve Terrestre
¿Sabías que las montañas y valles que ves no siempre estuvieron ahí? El relieve terrestre es como un escultor gigante que nunca deja de trabajar. Se forma por la acción de agentes internos y externos que constantemente transforman la superficie de nuestro planeta.
El tectonismo es esa fuerza súper poderosa que viene desde el interior de la Tierra. Imagínate como un gigante que empuja desde abajo, levantando montañas y volcanes, o hundiendo terrenos para formar valles y depresiones.
Pero también tenemos a los agentes externos como la temperatura, el viento, el agua, el hielo y los seres vivos. Estos trabajan de forma diferente: primero destruyen o desgastan las elevaciones (como montañas), y luego construyen nuevas formas al rellenar las partes bajas con todo ese material.
¡Dato curioso! Este proceso de construcción y destrucción del relieve sucede tan lentamente que no lo notamos, ¡pero nunca se detiene!
Meteorización: El Gran Transformador
La meteorización o intemperismo es básicamente cuando las rocas se desintegran o descomponen en el mismo lugar donde están. Es como si las rocas se "cansaran" y decidieran convertirse en pedacitos más pequeños.
Hay dos tipos principales de meteorización que debes conocer. La meteorización mecánica es súper intensa en los desiertos, donde hace mucho calor de día y mucho frío de noche. Las rocas se expanden y contraen tanto que terminan agrietándose hasta convertirse en arena.
La meteorización química prefiere lugares húmedos con lluvias intensas o ríos. El oxígeno del agua actúa como un ácido natural que descompone los minerales de las rocas através de procesos como la oxidación y disolución.
El agua también puede congelarse dentro de las grietas de las rocas. Cuando se convierte en hielo, se expande y ejerce tanta presión que rompe la roca en pedazos, como cuando una botella se revienta en el congelador.