Narcotráfico y Crimen Organizado
El narcotráfico transformó radicalmente el conflicto colombiano. En los años 90, Colombia se convirtió en el principal productor de hoja de coca del mundo. Inicialmente, el país solo refinaba la cocaína proveniente de Bolivia y Perú, pero cuando estos países enfrentaron problemas en sus cultivos, Colombia pasó a controlar toda la cadena productiva.
Las FARC-EP aprovecharon esta oportunidad para expandir su control territorial, llegando a dominar aproximadamente 150.000 hectáreas de cultivos de coca en el sur del país. Su participación en el negocio incluía cobrar "impuestos" por seguridad a los cultivadores, laboratorios y por el uso de pistas clandestinas, lo que incrementó significativamente su capacidad militar y financiera.
El crimen organizado se manifestó principalmente a través de los carteles de droga en los años 70 y 80, siendo los más notorios el Cartel de Medellín (liderado por Pablo Escobar) y el Cartel de Cali. Ambos fueron desmantelados en los 90 tras intensas operaciones policiales. Sin embargo, esta victoria resultó efímera, pues nuevos grupos surgieron y el cultivo de coca aumentó considerablemente.
💡 Para entender mejor: El narcotráfico no fue inicialmente un factor de guerra, pero se convirtió en uno cuando los traficantes desafiaron abiertamente al Estado colombiano, especialmente para evitar la extradición a Estados Unidos.
Tras la caída de los grandes carteles, el negocio se fragmentó en organizaciones más pequeñas y discretas, muchas de las cuales desplazaron sus operaciones hacia Centroamérica y México. Estas organizaciones criminales mantuvieron nexos tanto con paramilitares como con guerrillas, desdibujando las fronteras ideológicas y convirtiendo partes del conflicto en disputas por el control de rutas y territorios estratégicos para el narcotráfico.
La complejidad del conflicto colombiano radica precisamente en esta mezcla de factores ideológicos, socioeconómicos y criminales que se han retroalimentado durante décadas, creando ciclos de violencia difíciles de romper incluso con los recientes procesos de paz.