Dilatación Térmica: Cuando el Calor Hace Crecer las Cosas
Imagínate que tu celular se volviera más grande cada vez que lo usas mucho y se calienta. Bueno, técnicamente sí pasa, pero es tan poquito que no lo notas. La dilatación térmica es exactamente eso: cuando la temperatura sube, los objetos aumentan de tamaño.
Este fenómeno tiene tres formas diferentes de manifestarse, y cada una afecta los objetos de manera distinta. Lo más genial es que puedes ver ejemplos todos los días sin darte cuenta.
Dilatación lineal es cuando algo se hace más largo en una sola dirección. Los cables eléctricos que ves en la calle se vuelven más largos cuando hace calor, y las vías del tren necesitan espacios entre ellas para que no se doblen cuando el sol las calienta. Incluso las tapas metálicas de los frascos a veces se aflojan con agua caliente por esto.
Dilatación superficial afecta el área completa de algo plano. Las placas metálicas de los puentes se expanden cuando les pega el sol, por eso los ingenieros dejan espacios especiales para que no se rompan.
💡 ¡Dato curioso! Los arquitectos siempre calculan la dilatación térmica al diseñar edificios y puentes para evitar que se dañen.
Dilatación volumétrica cambia todo el volumen del objeto. El mercurio en los termómetros sube porque se expande con el calor, y un globo inflado se hace más grande si lo pones al sol. ¡Funciona con sólidos, líquidos y gases!