La teoría celular representa uno de los pilares fundamentales de la biología moderna, estableciendo que todos los seres vivos están compuestos por células. Los postulados de la teoría celular fueron desarrollados gracias a las contribuciones de varios científicos destacados, incluyendo a Robert Hooke, quien observó por primera vez las células en 1665 usando un microscopio simple. Los autores de la teoría celular más relevantes fueron Matthias Schleiden, Theodor Schwann y Rudolf Virchow, quienes establecieron que la célula es la unidad básica de vida, estructura y función.
La evolución del pensamiento científico también nos llevó a la teoría de Oparin-Haldane, que explica el origen de la vida desde una perspectiva química. Esta teoría de la evolución química propone que la vida surgió a partir de moléculas orgánicas simples que se fueron combinando en la atmósfera primitiva de la Tierra. El famoso experimento de Oparin y Haldane demostró cómo las condiciones atmosféricas primitivas podían generar los componentes básicos necesarios para la vida. La importancia de la teoría celular radica en que proporciona un marco unificador para entender la organización de todos los seres vivos.
El desarrollo de diferentes tipos de microscopios ha sido fundamental para el avance de estas teorías. Desde el microscopio óptico básico hasta los modernos microscopios electrónicos, cada instrumento ha permitido profundizar en el conocimiento de la estructura celular. Las partes del microscopio han evolucionado significativamente, y hoy contamos con diversos tipos de microscopio compuesto que permiten observaciones cada vez más detalladas. El microscopio simple inicial de Hooke ha dado paso a una amplia variedad de instrumentos especializados, cada uno con funciones específicas que han revolucionado nuestra comprensión de la biología celular y la vida misma.