El paso del tiempo
Con el paso de los años, el niño creció y se convirtió en un adulto. Ya no sufría pesadillas, pero por alguna extraña razón tampoco era feliz. Su deseo se había cumplido, pero algo faltaba en su vida.
Una noche de luna de sangre, la bruja regresó para cobrar lo prometido por el ahora adulto. Él, lleno de rencor, le gritó preguntando por qué no podía ser feliz a pesar de haber eliminado todos sus recuerdos dolorosos.
Cita: "Todos mis recuerdos feos desaparecieron, pero ¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser feliz?"
La bruja entonces se llevó su alma, tal como habían acordado, y le reveló una importante lección.