La Primera Guerra Mundial fue uno de los conflictos más devastadores de la historia, transformando completamente el panorama político y social de Europa y el mundo entre 1914 y 1918.
Las Causas de la Primera Guerra Mundial fueron múltiples y complejas, destacando principalmente el nacionalismo extremo, la carrera armamentista entre las potencias europeas, y el sistema de alianzas militares que dividió a Europa en dos bloques antagónicos. El asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo actuó como la chispa que encendió las tensiones acumuladas durante décadas. El Desarrollo de la Primera Guerra Mundial se caracterizó por tres fases principales: la guerra de movimientos inicial, la prolongada guerra de trincheras, y la fase final con la entrada de Estados Unidos que inclinó la balanza hacia los Aliados.
Las Consecuencias de la Primera Guerra Mundial fueron profundas y duraderas. El conflicto causó más de 9 millones de muertos, redibujó el mapa de Europa con la desaparición de cuatro imperios (alemán, austro-húngaro, otomano y ruso), y sembró las semillas para futuros conflictos. El Tratado de Versalles impuso severas condiciones a Alemania, incluyendo importantes pérdidas territoriales y elevadas compensaciones económicas. Los Países que participaron en la Primera Guerra Mundial se dividieron principalmente entre las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano) y los Aliados (Francia, Reino Unido, Rusia, y posteriormente Estados Unidos). El conflicto transformó profundamente la sociedad, acelerando cambios como la emancipación femenina, el desarrollo tecnológico y la reorganización del orden mundial, estableciendo las bases para los acontecimientos que llevarían a la Segunda Guerra Mundial dos décadas después.